¿Por qué? Muy sencillo. El administrador de la finca se convertirá en el representante de la comunidad; llevará a cabo los trámites legales, técnicos y financieros de todo el edificio. Además, será quien se encargará de realizar la coordinación de proyectos y quien interpretará el papel de mediador ante la aparición de conflictos, así como también será quien vele por la existencia de un buen ambiente.
Entre otras cosas, los administradores de fincas se encargan de:
- Gestionar los pagos y los cobros: Un impago afecta a toda la comunidad de vecinos, pues, de la recaudación de las cuotas es de donde se podrán llevar a cabo la implementación de múltiples comodidades dentro de la finca. Tener a un experto que siempre lleve al día su contabilidad y que conozca plenamente de la legislación resulta primordial para el buen vivir de la comunidad.
- Realizar informes y presupuestos: Será el administrador de la finca quien se encargue de desarrollar los presupuestos de la comunidad, así como de buscar el consumo eficiente de la finca (ahorro de servicios, reducción de empleados…). Tendrá también que comunicar de todos los gastos e ingresos a los integrantes de la finca.